#91. Si Quieres Valor, Huye de los Juegos de Prestigio. Eres tus Últimos 5 Minutos. Sólo Hay una Manera de Leer
No Solo Suerte - 19 octubre 2024
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Rafa
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1. Si Quieres Valor, Huye de los Juegos de Prestigio
“El pensamiento brillante es raro. Pero el coraje es todavía más escaso que el genio.”
- Peter Thiel
El filósofo René Girard lleva años estudiando lo que él llama el deseo mimético.
La teoría del deseo mimético de Girard sugiere que nuestros deseos no son inherentemente nuestros, sino meras imitaciones de los deseos de otros. Según Girard, deseamos cosas no porque realmente las queramos nosotros, sino porque observamos que otros las valoran, y por lo tanto, imitamos ese deseo.
Desde esta perspectiva, un objeto (y por qué no, tu carrera profesional, o trabajar en un sitio determinado) es deseable no por su valor intrínseco o por nuestras preferencias individuales, sino porque la sociedad, a través de los deseos de los demás, los ha convertido en estándares valiosos.
En la edición 59 hablábamos de los riesgos del “comomolismo”: trabajar en sitios o en profesiones que mola mucho contar a tus amigos, pero que no responden a lo que quieres hacer o que no encajan en lo que se te da realmente bien.
Trabajar en Amazon o en un banco de inversión es estupendo para determinadas personas, pero no para todos. Sin embargo, son un estándar aspiracional de lo que es “molón”. Y esa preferencia común tiene dos consecuencias: 1) atrae a gente a la que no le encaja ese mundo en absoluto, y 2) hace que la competencia en esas profesiones sea altísima.
Esto hace que la única diferenciación posible entre dos personas compitiendo en estos mercados venga por dos palancas: trabajar más duro que el de enfrente, o hacer un mejor trabajo que el de enfrente. Muchas veces las dos a la vez.
Pero, ¿qué pasa si, como dice Peter Thiel, competir es, en sí mismo, un camino equivocado? Thiel dice que competir es de perdedores. Que la única ventaja competitiva es hacer cosas diferentes, no mejores. La única manera de hacer algo grande es buscar ser un monopolio en lo tuyo:
“Quieres ser una empresa única en su tipo. Quieres ser el único jugador en un pequeño ecosistema. No quieres ser la cuarta empresa de alimentos para mascotas en línea. No quieres ser la décima compañía de paneles solares. No quieres ser el centésimo restaurante en Palo Alto.
La industria de los restaurantes es una industria de billones de dólares. Así que, si haces un análisis del tamaño del mercado, puede que concluyas que los restaurantes son un negocio fantástico. Pero, a menudo, los mercados grandes existentes típicamente significan que tienes toneladas de competencia, lo que hace muy, muy difícil diferenciarse.
La primera idea, que es muy contraintuitiva, es ir tras mercados pequeños, mercados que son tan pequeños que la gente ni siquiera piensa que tienen sentido. Ahí es donde logras una posición, y si esos mercados pueden expandirse, puedes escalar hacia un gran monopolio empresarial.”
Esto, que aplica a los negocios, aplica con la misma contundencia a nuestra carrera profesional.
La grandes oportunidades están en lo estático y aburrido, no en el prestigio
Dice la segunda ley de la termodinámica que la máxima eficiencia de un sistema se logra cuando la fuente de calor más intensa se encuentra con el sumidero más frío.
Muchas veces nos empeñamos en competir por “océanos rojos” profesionales: sectores y posiciones saturadas, donde la competición es asfixiante y la capacidad para diferenciarnos tiende a cero. Muchas veces, esa saturación es precisamente la consecuencia del deseo mimético de Girard: la búsqueda de prestigio en vez de la búsqueda del valor.
Pero imagina este caso: de repente, un profesional inteligente, con ideas y con muchas ganas de trabajar, entra en contacto con en una industria fría: un sector fragmentado, estático, con poco incentivo al cambio. Ese profesional, en contacto con esa industria fría, no solo brillará: generará tal valor que quizá transforme esa industria por completo.
Es lo que ocurre cuando observas sectores enteros haciendo lo mismo durante décadas, y de repente, alguien se posiciona en ellas y las revienta desde dentro. Es lo que Jeff Bezos hizo con el retail, y expresó esta idea de manera contundente: "tu margen es mi oportunidad".
Así que, cuando pienses en tu próximo paso profesional, no te olvides de esta máxima: las oportunidades profesionales más importantes, las más asimétricas, surgen cuando talento muy caliente se encuentre con una industria en estado de congelación. Es en esos casos cuando se da una verdadera explosión de valor.
2. Eres tus Últimos 5 Minutos
El otro día leí a un emprendedor de éxito quejándose porque hace años una tecnológica no le hizo oferta tras una mala entrevista. Su CV contaba múltiples logros en su profesión, pero la empresa prefirió privilegiar el desempeño mostrado en vivo en las entrevistas frente a su CV para tomar la decisión.
Ser bueno en general no siempre se traduce en ser bueno en el momento. Lo último es como esa foto que te pilla con mala cara. Siempre serás la misma persona, con tus logros y tus capacidades, pero los días malos existen. En las fotos y en las entrevistas.
La culpa no es de la tecnológica. Ellos definen su proceso (con más o menos acierto), y tienen el derecho a decidir. Hace años, una persona a la que le ha ido muy bien en la vida me dio un consejo que cambio mi forma de pensar en la justicia de las decisiones: "asume las decisiones de otros, porque quienes las toman tienen el poder para hacerlo".
Nuestra vida es perseverancia y esfuerzo, pero también suerte y oportunidades desaprovechadas. Como dice Taleb en Fooled by Randomness, "la probabilidad no es un mero cálculo de resultados posibles en el juego de dados; es aceptar la falta de certeza."
La vida no es justa. Es aleatoria. Podemos asumirlo o pelear contra la realidad. Pero recuerda: si peleas contra la realidad acabarás haciéndote daño.
3. Sólo Hay una Manera de Leer
"Solo hay una manera de leer, que es curiosear en bibliotecas y librerías, abriendo libros que te atraigan, leyendo solo esos, dejándolos cuando te aburran, omitiendo las partes que se hacen pesadas, y nunca, nunca leyendo nada porque “crees” que debes leerlo, o porque es parte de una tendencia o un movimiento.
Recuerda que el libro que te aburre cuando tienes 20 o 30 años te abrirá puertas cuando tengas 40 o 50, y viceversa. No leas un libro que no encaja con lo que necesitas en este momento de tu vida".
— Doris Lessing
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Rafa, cuando te leo siempre pienso en mi al principio de mi carrera y lo útil que me hubieran sido estas reflexiones. Se las paso siempre a mi hijo
Gracias por los posts, siempre añaden valor