#130. Cómo Valorar el Único Coste que Importa en tu Carrera. No Colecciones Cereales. Haz que el Dinero Fluya
No Solo Suerte - 19 julio 2025
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1. Cómo Valorar el Único Coste que Importa en tu Carrera
“Tanto la apatía como la ambición desbordada son dos caras de la misma moneda.”
O bien estás demasiado desinteresado como para perseguir lo que realmente quieres en la vida, o eres tan vanidoso que corres sin parar detrás de cosas que no importan.
¿Y cuál el coste de oportunidad de ambas? Tu vida.
- Jack Raines
Llevo meses dándole vueltas a una decisión importante.
Y como en todas las decisiones importantes, lo único que importa de verdad es el coste de oportunidad.
Cada vez que tomamos una decisión —ya sea consciente o no— estamos renunciando a otras posibilidades. El coste de oportunidad es lo que dejas de ganar o experimentar al no elegir una determinada alternativa.
Daniel Kahneman, uno de los padres fundadores de la economía conductual, fue el primero que puso el foco en cómo los humanos tomamos decisiones bajo incertidumbre.
Kahneman dice que en las decisiones hay que distinguir entre felicidad y satisfacción vital. La felicidad está relacionada con cómo te sientes (emocionalmente) en el momento presente, mientras que la satisfacción vital se refiere a cómo evalúas (de modo más objetivo) tu vida cuando reflexionas con perspectiva.
Esto crea un marco crucial para la toma de decisiones: ¿optimizar por el bienestar emocional inmediato, o por las consecuencias de esa decisión a más largo plazo?
De cara a valorar opciones profesionales, la clave está en balancear una y otra.
Veamos cómo hacerlo.
¿X o no-X?
Tom Gayner es co-CEO de Markel Group, también llamado el “mini Berkshire Hathaway” por las similitud de enfoque con el grupo de Warren Buffett.
Para Gayner todo empieza por reconocer que el coste de oportunidad no se limita a elegir entre una opción vs. otra, sino valorar cada una de las opciones independientemente y por sus propios méritos.
Es decir, no se trata de elegir entre X o Y, sino valorar la elección entre “X y no hacer X”, y también entre “Y y no hacer Y”.
Por ejemplo, pensemos en una situación en la que puedes quedarte en tu puesto actual o aceptar una oferta en el mercado.
La forma de afrontarlo es preguntarle a las dos opciones una serie de preguntas clave para valorar el coste de oportunidad de forma objetiva, siguiendo el enfoque de Kahneman.
Por ejemplo, para la opción de quedarte donde estás (opción entre X o no-X):
Qué implica para tu satisfacción personal inmediata seguir donde estás?
¿Estás maximizando la aplicación de tus fortalezas en tu puesto actual?
¿Estás ganando el dinero que quieres (o que necesitas)?
¿Trabajas con gente a la que admiras y de la que puedes aprender?
¿Te aplicas a problemas que te importan?
¿Qué calidad de vida tienes?
¿Qué proyección a medio plazo te ofrece tu trabajo actual?:
¿Qué potencial de crecimiento de carrera (promociones, nuevas oportunidades) tienes en tu empresa actual?
¿Qué opcionalidad profesional te ofrece esa posición vs. cosas que quieres hacer / problemas que quieres atacar a futuro?
Qué retorno financiero esperas de esta línea profesional a futuro?
Habría que hacer lo mismo con la opción de irte (Y o no-Y), valorándola sólo por sus méritos, e independientemente de la decisión X — por ejemplo, imagina que no tienes trabajo actualmente.
El modo en el que Tom Gayner afronta estos dilemas es muy sencillo. Él no se considera un optimizador, alguien que busca tomar siempre la mejor decisión, sino que busca resolver la ecuación en términos de la satisfacción que le reporta cada decisión.
Si la decisión le sienta bien a su skill set, implica dedicar tiempo a las cosas que quiere hacer, pasar tiempo con las personas con las que quiere trabajar, y lograr el tipo impacto que quiere tener, Gayner prefiere escoger esa opción independientemente de que sea objetivamente la opción “aparentemente óptima” a corto plazo.
Algo parecido decíamos en la edición 36, cuando te recomendaba que tirases ese plan perfecto a la basura:
Imagínate que estas al pie de los Pirineos. ¿Como pensarías en subir al pico más alto? Desde la base es muy difícil distinguirlo a priori.
Una forma, según la teoría del ‘gradient ascent’, es intuir cuál es el pico más alto de entre los que tenemos más cerca, y empezar el proceso escalando ese máximo local.
Una vez llegada a esa cima, evaluamos de nuevo, identificamos el siguiente pico más alto y vamos hacia él. Así, hasta que por iteración llegamos al pico más alto de todo el sistema.
Nuestra carrera profesional es como escalar los Pirineos. La tentación es tratar de resolver cómo llegar al pico más alto en un solo movimiento, buscando certidumbres y decisiones perfectas.
Y ese es el problema: la vida no suele darnos permiso para llegar al destino recorriendo el camino más corto.
Gayner espera que, aplicando este proceso a cada paso, la suma de estás decisiones de satisfacción a corto acabe capitalizando en algo bueno a largo plazo.
¿Por qué?
Porque como dice mi buen amigo
, “la mejor manera de evaluar tu felicidad es preguntarte cómo de agradable te resulta el paso del tiempo”.2. No Colecciones Cereales
“Los errores de omisión no aparecen en los estados financieros, así que la mayoría de las personas no les presta atención. Sin embargo, los errores más extremos en la historia de Berkshire Hathaway han sido errores de omisión. Vimos la oportunidad, pero la dejamos pasar. Son errores que nos han costado miles de millones.”
- Charlie Munger
¿Cuál es el peor coste de oportunidad de una decisión? Muchos creen que es el error de acción, hacer algo y que salga mal. No es así. Los peores son los errores de omisión, aquellos en los que había que hacer algo y no se hizo.
En enero de 2009, Paul Graham (Y Combinator) escribió un email conectando al inversor Fred Wilson con el equipo fundador de Airbnb, Brian Chesky, Nathan Blecharczyk y Joe Gebbia.
Necesitaban levantar capital.
A pesar de la fuerte convicción de Paul Graham, que no es sospechoso de ser un turista en estos temas, Paul Wilson tenía dudas. No le quedaba claro el modelo de negocio y no veía cómo podrían escalarlo más allá de un “marketplace” de alojamiento entre individuos.
Paul Graham insistió: lo que merecía la pena era el equipo. Graham es un convencido de que un buen equipo puede afinar la idea hasta dar con la tecla.
Sin embargo, Wilson no lo vio.
Decidió no invertir.
Hoy Airbnb vale 86.000 millones de dólares.
Wilson puso por delante su falta de convicción en la idea frente a la capacidad de ese equipo fundador para encontrar el modo de hacerla funcionar.
En 2011, Fred Wilson escribió públicamente sobre su famoso error de omisión:
“No supimos ver que la idea inicial de poner colchones inflables en el suelo de una habitación podría disrumpir el mercado hotelero, y no hicimos la inversión.
Otros vieron al equipo increíble que nosotros también vimos, los financiaron, y el resto es historia. Es muy posible que Airbnb se convierta en el ‘eBay del alojamiento.’
Cometimos el error clásico que todos los inversores cometen a veces. Nos enfocamos mucho en lo que el equipo fundador estaba haciendo en ese momento, y no lo suficiente en lo que ese equipo podría llegar a hacer (y que finalmente hizo).
No siempre acertamos. Nos perdimos Airbnb, aunque nos encantaba el equipo. Gran error.”
Hoy Wilson conserva, bien visible, una de esas cajas de cereales originales de Airbnb en su sala de reuniones.
El motivo es sencillo. En sus propias palabras:
“La caja de cereales está ahí para recordarnos de que no debemos cometer ese error nunca más. No olvidaremos que tenemos que apoyar a grandes emprendedores que entren por nuestra puerta, sin importar lo que nos presenten."
3. Haz que el Dinero Fluya
No puedo hablar de coste de oportunidad sin volver a mencionar una de sus mayores expresiones: el concepto que cada cual tiene del dinero, y por ende, el modo en el que lo gestionamos.
“El dinero es electricidad, no carbón.
Su poder está en el flujo. Si intentas acumularlo, se degrada. Tiene que mantenerse en movimiento. Este cambio de mentalidad te obliga a pasar de preguntarte ‘cómo consigo dinero’ a preguntarte ‘cómo me meto en medio de ese flujo de billones y billones de dólares que cambian de manos cada día.’
Esto hace que también sea mucho más fácil mover el dinero, ponerlo a trabajar. Empiezas a verte a ti mismo como un administrador efímero mientras el dinero pasa a través de ti.
Conozco a poca gente que se alegra de pagar a otros, pero este cambio ha transformado por completo la forma en que he estructurado mi negocio. Ahora quiero pagar a más personas para aumentar el flujo en lugar de acaparar la mayor cantidad posible para mí y ser el causante de frenar ese flujo.
Si el dinero es electricidad, el dinero es energía. Acumular grandes cantidades de dinero no te dará paz y relajación, del mismo modo que no te lo daría tener 100 barriles de gasolina en el sótano de tu casa. No acumules el dinero."
- Siddharth Sharma
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Rafa! Que bueno es leerte cada sábado compañero.
Me gusta el enfoque de la satisfacción, pero como buen “talebiano” que soy, me parece demasiado racional.
Esta forma de pensar nos puede llevar a crear una cierta ilusión de control en una ecuación, la de la de tomar decisiones, en la que es imposible predecir las derivadas de segundo-tercer-… orden.
De hecho, muchas veces las mejores oportunidades no eran las más obvias al principio, y muchas veces es el coraje y la intuición, no el cálculo, lo que nos hace cogerlas. Solo con el tiempo y mirando hacia atrás, tienen sentido.
Mas que calcular el coste de oportunidad, que es casi imposible, creo más en, tomar decisiones que nos den opcionalidad a futuros aka no cerrarnos puertas.
Gracias por el artículo porque me ha hecho darle al coco de verdad 🙌
Fantásticas reflexiones Rafa! Sin duda el coste de oportunidad es una de las variables a determinar, aunque siempre como todo lo subjetivo e importante en la vida sujeto a quizás demasiadas variables no realmente cuantificables.