#89. Hazte Dueño de tu Vida. ¿Sabe tu Cliente lo que Quiere? Deja que el Mundo te Ayude
No Solo Suerte - 5 octubre 2024
¡Hola!
Esta semana exploramos el superpoder de la responsabilidad radical, y como podemos usarla para influenciar aquello que no podemos controlar. También veremos por qué la innovación no depende siempre de preguntar a tus clientes qué quieren, y veremos un principio básico para que el mundo conspire en favor de tus objetivos.
Soy Rafa Sarandeses y esto es No Solo Suerte: un cocktail de 3 ingredientes para ayudarte a hacer flexiones con el coco y ser cada día mejor en lo tuyo.
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Muchas gracias por estar aquí una semana más.
Rafa
1. Hazte Dueño de tu Vida
“La mejor manera de predecir tu futuro es crearlo.”
- Peter Drucker
Hagamos un experimento.
Cuando te despiertes mañana, di en voz alta: “todo lo que suceda hoy será mi responsabilidad. Nadie más es responsable, independientemente del origen último de cada situación.”
Mantén ese mantra durante 24h. Al día siguiente, escribe acerca de cómo te sentiste a lo largo de ese día.
La sensación de responsabilidad bien entendida suele, al cabo del tiempo, derivar en una sensación de mayor control sobre nuestra vida. Es una de las emociones más poderosas que puedes experimentar, y correlaciona muy positivamente con la satisfacción en tu trabajo.
Hoy hablaremos de por qué es tan poderosa, y de cómo puedes usar este superpoder en tu vida diaria.
La ciencia detrás de la “Responsabilidad Radical”
El concepto de locus de control fue desarrollado en 1954 por Julian Rotter y se hizo popular con el libro Radical Ownership, del exNavy Seal Jocko Willink. Jocko es un tipo cuyo feed de instagram incluye fotos de su reloj demostrando que su día empieza antes de las 04.30.
El locus de control se refiere a la diferencia entre las personas que creen tener el poder de afectar los resultados de sus vidas (locus de control interno) y aquellas que piensan que todo lo que les ocurre está determinado por fuerzas externas (locus de control externo).
Si tienes un locus de control interno, cuando pierdes tu trabajo piensas en tu propio desempeño. Buscas qué podrías haber hecho mejor. Si tienes un locus externo, pensarás en qué factores fuera de tu control —como la suerte, el destino o personas con más poder en la compañía — han determinado tu despido.
Gastamos una cantidad enorme de energía evitando la responsabilidad, buscando defender nuestras posiciones y esquivando la culpa - como Neo en la escena del tiroteo de Matrix. Pero los que hacen grandes cosas en la vida no huyen de los problemas. Los buscan. Saben que el premio por resolver problemas es tener la oportunidad de atacar otros problemas aún más importantes.
La vida es como el Curling
“Si alguien te dice que no, simplemente estás hablando con la persona equivocada.”
- Kris Jenner
Volvamos al experimento. Si asumes este enfoque, estoy convencido de que sentirás una evolución en cómo ves el mundo. No solo te enfocarás en lo que puedes controlar, sino que también empezarás a buscar maneras proactivas de influir en esos aspectos que crees que están fuera de tu control.
Empezarás a entender la magia de las acciones indirectas.
La estrategia de las acciones indirectas equivale a pensar que la vida es como el curling. Ese deporte en el que lanzas una piedra por el hielo, y lo único que puedes hacer es rezar mientras tu equipo trata de cambiar la textura del hielo delante de la piedra para modificar su trayectoria.
La pregunta clave para ese cambio de mindset es: ¿qué puedo hacer, incluso cuando parece que no hay nada que pueda hacer?
Estoy seguro de que recordarás situaciones en las que, a posteriori, se te ocurren cosas que podrías haber hecho para afectar indirectamente al resultado.
¿Cómo aplicarlo en nuestro día a día?
“El único test de inteligencia válido es verificar si estás sacando lo que quieres de tu vida.”
- Naval Ravikant
Aquí hay algunas aplicaciones prácticas de este concepto para empezar a actuar sobre aquello que no puedes controlar, pero sobre lo que sí puedes influir:
Puedes sobrecomunicar con tu equipo para evitar malentendidos en ese proyecto tan sensible para la compañía
Puedes crear un plan B en caso de que el escenario más probable no se cumpla
Puedes confirmar por escrito con tu cliente o proveedor los términos acordados en esa llamada de cierre, para evitar problemas de alineación a posteriori
Puedes aplicar un análisis de "post-mortem preventivo": al inicio de cualquier proyecto, pregúntate todo lo que podría salir mal, aunque parezca improbable. Haz una lista de posibles problemas con preguntas potentes como: “¿qué podría hacer quebrar el negocio en 12 meses?” “qué tendría que pasar para que no llegase a mi objetivo a final de año?”, o “¿por qué podría perder mi trabajo este año?”. El resultado de esa reflexión es la base de cualquier plan.
Si tomas responsabilidad y piensas de forma proactiva, verás cómo aumenta tu capacidad de influencia y, con ella, la posibilidad de obtener mejores resultados. En tu trabajo y en tu vida.
2. ¿Sabe tu Cliente lo que Quiere?
Cuidado con necesitar una confirmación de tu cliente para innovar. Los estudios de mercado están bien cuando se innova dentro del perímetro de lo conocido. No tanto cuando se explora fuera de la valla.
Cuando se inventan soluciones en la frontera de lo que parece posible, nadie (ni siquiera tu cliente) sabe lo que no sabe. Es muy difícil querer lo que uno no conoce.
El gran ejemplo es Henry Ford. Decía que si le hubiese preguntado a sus clientes, le hubiesen pedido caballos más rápidos. No un coche.
Lo confirma Jeff Bezos:
"Ningún cliente estaba pidiendo el Amazon Echo. La investigación de mercado no ayuda en estos casos.
Si en 2013 hubiésemos ido a un cliente y le hubiésemos preguntado: '¿Te gustaría tener un cilindro negro, siempre encendido, en tu cocina, del tamaño de una lata de Pringles, con el que puedes hablar, hacer preguntas, que además enciende tus luces y reproduce música?' Te garantizo que te habrían mirado de manera extraña y dicho: 'No, gracias'.
Y sin embargo, desde esa primera generación de Echo, los clientes han comprado más de 100 millones de dispositivos habilitados con Alexa."
3. Deja que el Mundo te Ayude
“Lo que el alumno debe aprender, si es que aprende algo, es que el mundo hará la mayor parte del trabajo por ti, siempre que cooperes con él, identificando cómo realmente funciona y alineándote con esas realidades.
La persona que se alinea con los principios generales del mundo avanza más lejos y más rápido que la persona que no lo hace. Si no dejas que el mundo te enseñe, el mundo te dará una lección.”
- Shane Parrish
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Gracias Rafael for sacar tiempo de donde no lo hay y seguir publicando. Me ha gustado mucho la matización que haces sobre la responsabilidad interna “bien entendida “. Si se entiende mal, se corre el riesgo de acabar sintiendo ansiedad, estrés y el fenomeno del impostor. Hay que vigilar el no cruzar esa línea roja que separa la motivación de la frustración, al creer (y querer) que podemos hacerlo todo si solamente nos esforzamos más…
Como siempre, mega concienzudo, inmejorable. Gracias, Rafael!