#82. La Competencia más Importante para tu Carrera. Haz Nada Caminando. Busca la Meritocracia por Encima de Todo
No Solo Suerte - 17 agosto 2024
¡Hola!
Esta semana exploramos la competencia más importante para tu carrera profesional (ahí es nada). También veremos por qué caminar es la forma de inactividad más productiva. Terminaremos recordando que trabajar en una cultura meritocrática es fundamental para convertir tu talento en una carrera de éxito.
Soy Rafa Sarandeses y esto es No Solo Suerte: un cocktail de 3 ingredientes para ayudarte a hacer flexiones con el coco y ser cada día mejor en lo tuyo.
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Muchas gracias por estar aquí una semana más.
Rafa
1. La Competencia más Importante para tu Carrera
"Necesito jóvenes con los que pueda perder, porque es entonces cuando realmente aprendes sobre las personas. Si podemos perder juntos y aún así sobrevivir, para mí, esa es la base fundamental."
- Tony Bennett (Entrenador de baloncesto de la Universidad de Virginia)
En 2001, en medio de la crisis de las “punto com”, Netflix estaba al borde del abismo. Por primera vez en su historia, sus fundadores estaban valorando dejar ir a una parte importante de los 120 empleados que tenía entonces la compañía.
Su CEO Reed Hastings lo recuerda así:
“Dividimos al personal en dos grupos: los 80 con mejor rendimiento, a los que mantendríamos, y los 40 menos sobresalientes a quienes dejaríamos ir.
Aquellos que eran excepcionalmente creativos, hacían un gran trabajo y colaboraban bien con los demás fueron colocados en el grupo de ‘los que se quedan’.
La dificultad fue que había muchos casos límite. Algunos eran excelentes compañeros y amigos, pero hacían un trabajo adecuado en lugar de sobresaliente. Otros trabajaban muchísimo, pero mostraban un juicio inconsistente y necesitaban mucha supervisión. Unos pocos eran excepcionalmente talentosos y de alto rendimiento, pero también eran quejumbrosos o pesimistas.
Decidimos que ellos también tendrían que irse.”
Hastings temía que, tras los despidos, la compañía se fuese a pique. Creía que el miedo, la rabia y el pesimismo se apoderaría del equipo que se quedaba en Netflix.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario. De un día para otro, Netflix demostró que podía sacar más trabajo adelante con un 30% de empleados menos. Esas 80 personas trabajaban ahora con una fuerza y un compromiso más altos que nunca. (NB: en X, tras la llegada de Musk, ha pasado algo parecido).
Hastings aprendió una lección que dio paso a su famoso concepto de la densidad de talento:
“Si tienes un equipo de 5 empleados excepcionales y 2 adecuados, los empleados adecuados acapararán la energía de los managers, por lo que éstos tendrán menos tiempo para los mejores empleados,
Reducirán la calidad de las discusiones grupales, bajando el coeficiente intelectual general del equipo. Forzarán a otros a desarrollar formas de trabajar a su alrededor, reduciendo la eficiencia general.
Por último, este ambiente forzará la dimisión de aquellos empleados que buscan la excelencia, mostrando así al resto de la compañía que aceptas la mediocridad, lo que multiplicará el problema.
Para los empleados de alto rendimiento, un excelente lugar de trabajo no se trata de una oficina lujosa, un gimnasio hermoso o sushi gratis. Se trata del privilegio de trabajar con personas con mucho talento y altamente colaborativas. Personas que pueden ayudarte a ser mejor. Cuando cada miembro es excelente, el rendimiento mejora exponencialmente a medida que los empleados aprenden y se motivan unos a otros.
El rendimiento, alto o bajo, es altamente contagioso. ¿Con qué virus quieres infectar a tu equipo?
La ciencia respalda esta tesis
“Eres la media de las 5 personas con las que compartas la mayor parte de tu tiempo”
- Jim Rohn
Varios estudios demuestran que, incluso en equipos con alta densidad de talento, el mal comportamiento o el pobre desempeño de un solo individuo disminuye la efectividad de todo el equipo en hasta un 40%.
Un estudio en particular, el famoso “Estudio de la Caja del Supermercado.” analizó la productividad y el rendimiento de los cajeros de una gran cadena de supermercados. La idea era ver si la productividad media de los cajeros cambiaba (o no) cuando un cajero “estrella” trabajaba durante su turno.
Sorprendentemente, el rendimiento medio de los cajeros aumentaba sustancialmente cuando trabajaban al mismo tiempo que el cajero estrella, y disminuía notablemente cuando su turno estaba lleno de cajeros mediocres.
Tiene sentido: la gente se esfuerza más cuando trabaja bajo presión y en entornos de alto desempeño.
Un equipo denso en talento comparte una competencia común
Al margen del conocimiento técnico necesario para lograr un buen desempeño en una determinada posición, hay una competencia clave que habilita a todas las demás.
Los ingleses lo llaman “resourcefulness”. En español podríamos traducirla como recursividad o ingenio: una combinación de impulso, buen juicio en la toma de decisiones, perseverancia, resiliencia, integridad, tenacidad y energía que, aplicada a la resolución de problemas, logra éxitos donde otros solo ven la derrota.
Ser ingenioso es la base de la habilidad para responder, también llamada responsabilidad: 1) descubrir cómo superar las barreras que nos separan del éxito, y 2) movilizar esos recursos para lograrlo.
Lo opuesto es dejarse llevar, llevar a tu jefe tus problemas sin llevar también un abanico de posibles soluciones, o vivir en la queja, el pesimismo o la excusa permanente.
Si tienes que buscar una competencia común en las nuevas contrataciones que hagas de aquí en adelante, tenlo claro: no contrates a nadie, para ningún rol, que no demuestre un grado mínimo de recursividad.
¿Cómo identificar la recursividad en candidatos?
En Talengo lo hacemos desde varios ángulos:
1. Motivación de cambio: de primeras, la gente recursiva suele buscar nuevos desafíos profesionales y la oportunidad de crecer, a veces incluso renunciando ligeramente a una mayor remuneración. Al contrario, cuando la motivación de un candidato está basada en la mejora salarial se nos activan las alertas.
2. En las entrevistas, los candidatos recursivos ofrecen amplias evidencias de logros en primera persona, con detalle de cómo su input fue clave para llevar cada situación particular al éxito. Suelen dar detalle de su energía, de cómo no se rinden, de su amor por los problemas, o de su flexibilidad mental para intentar nuevos enfoques.
Por el contrario, nos surge la duda cuando el candidato demuestra un bajo grado de responsabilidad. Es decir, cuando sitúa sus logros en un contexto difuso de equipo, no logra darnos detalle de las cifras de su negocio, no admite fácilmente sus errores, habla mal de sus antiguos equipos o culpa a agentes externos de muchos de sus males.
Conclusión: la recursividad no es opcional
Según Graham Duncan, la recursividad o el ingenio no es un “nice to have” que hace a un candidato relativamente más atractivo. La recursividad es condición necesaria para el talento. La recursividad lo es todo, porque sin ella no hay talento:
“La capacidad de ser ingenioso es la competencia más importante, así que aquí está mi consejo: busca evidencia de ingenio el 100% del tiempo mientras evalúas a los candidatos.
Imagina que tienes unas gafas mágicas que, a través de sus lentes, registran si el candidato está, en este momento, mostrando ingenio. Cuando lo hace, las gafas se iluminan en verde. Cuando demuestra falta de ingenio, se iluminan en rojo.
El ingenio no es una competencia sobre la que reflexionar por primera vez después de la entrevista, mientras revisas tus notas. Al revés: debes preguntarte constantemente en la entrevista: ‘¿Ese ejemplo que me ha dado, lo que estoy viendo, lo que estoy sintiendo, lo que estoy escuchando ahora mismo, muestra ingenio o falta de él?’”
2. Haz Nada Caminando
Una de las mejores formas de no hacer nada, y que ese no hacer nada sea altamente productivo, es caminar.
Andar ayuda a limpiar el cuerpo por dentro, regula el metabolismo, y es la forma en la que muchos grandes de la historia han tenido y/o refinado sus mejores ideas. De hecho, varios estudios confirman que caminar 40 minutos 3 veces por semana mejora significativamente la conectividad en regiones del cerebro críticas para nuestro pensamiento creativo.
Personajes de la talla de Charles Darwin, Steve Jobs, Immanuel Kant, Charles Dickens, Beethoven o Friedrich Nietzsche eran caminantes obsesivos, hasta el punto de incluir esta práctica en su rutina profesional diaria.
Nietzsche, que caminaba con su cuaderno todos los días entre las 11 y las 13h, llegó a decir que "todos los pensamientos verdaderamente grandiosos se conciben al caminar".
¿Quieres ser altamente productivo? haz nada caminando.
"Caminar es una de las grandes formas de inactividad. En un mundo de lucha, consumismo, codicia e impaciencia, es una de las pocas formas de inactividad que quedan. Eso es lo que lo hace valioso.
Cuando caminas despacio y sin un destino real en mente, no estás haciendo. Simplemente estás siendo. Ese tipo de caminar, esa contemplación, es el comienzo de la libertad, es la condición previa necesaria para tener tus propios pensamientos y, por lo tanto, para vivir verdaderamente tu propia vida.”
- Thomas J. Bevan
3. Busca la Meritocracia por Encima de Todo
“Ya como CEO, me invitaron a almorzar en el comedor revestido de madera del siglo XVIII en Chequers, la residencia de campo del primer ministro británico.
El Primer Ministro me preguntó, curioso, por qué había emigrado 30 años antes a USA y no al Reino Unido (NB: India y Reino Unido son parte de la Commonwealth). ‘Porque, señor Primer Ministro’, respondí, ‘no estaría aquí almorzando con usted si hubiera venido al Reino Unido’.”
- Indra Nooyi, CEO de PepsiCo entre 2006 y 2018
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Qué interesante reflexión!
Oro puro !!!