Hola! Soy Rafa Sarandeses.
Los atletas profesionales entrenan. Los artistas profesionales ensayan. ¿Qué haces tú, profesional del conocimiento, para ser mejor en lo tuyo, día tras día?
No Solo Suerte es tu cita semanal con las pesas para tu cerebro. Mi manera de ayudarte a hacer flexiones con el coco.
Gracias por estar aquí.
Viernes que viene (31/05): firmamos ejemplares de La Carrera Infinita en persona
Estaré con mi coautor Jordi Alemany firmando ejemplares el viernes 31/05 de 19.00 a 20.00. Si puedes pasarte me encantará verte allí.
Si todavía no has comprado el libro, puedes hacerlo aquí.
¡Vamos ya por la segunda edición!
Esta edición es especial
No Solo Suerte disfruta hoy del contenido de una escritora invitada, Alicia de Mendizábal.
“Hola, me llamo Alicia. Soy conocida por adornar las historias si no son lo suficientemente buenas, y puedo hablar de mí misma en tercera persona perfectamente. Me gusta meterme en la cama después de desayunar, y también el primer sorbo de cerveza helada. A lo Stephen King, siempre llevo un libro encima.”
What’s not to like! que diría un jefe que tuve en Londres.
Pero no está aquí por eso. Está aquí porque escribe fenomenal. Es de esas personas que, cuando las lees, puedes leer su inteligencia. Me gusta mucho lo que cuenta y cómo lo cuenta.
Esta semana lei su último post “No Dejes Entrar al Viejo”.
Fue leerlo y mandarle un WhatsApp para pedirle poder compartirlo aquí contigo.
La historia central me recordó a la cita del gran Byron Wien:
“Nunca te jubiles. Si trabajas para siempre, puedes vivir para siempre. Sé que hay una gran cantidad de evidencia biológica en contra de esta teoría, pero yo voy a seguir con mi idea de todos modos.”
La gente que se hace a sí misma, esos grandes de cada campo, nunca se retiran. Su cerebro no puede desengancharse de la droga que supone crear cosas, generar valor, resolver problemas o inventar nuevas formas de romper el status quo. No pueden “apagar la luz”.
The Economist lo dijo bien claro hace poco:
“Algunos, simplemente, no lo dejan nunca. Giorgio Armani se niega a renunciar como director ejecutivo de su firma de moda a los 89 años. Ser el segundo hombre más rico de Italia no ha hecho merma en su ética de trabajo.
Charlie Munger, el compañero de Warren Buffett en Berkshire Hathaway, trabajó hasta que murió a finales del año pasado, a pocos días de cumplir 100 años. El mismo Warren Buffett sigue a pleno rendimiento a sus 93 años.”
¿Y qué pasa si han ganado dinero suficiente y no necesitan seguir trabajando a ese nivel?
Muy fácil: el dinero nunca es el objetivo. Es un producto colateral, una consecuencia de esa intriga irreprimible que les mete su trabajo bajo la piel.
Para los superclase, el dinero es como el marcador de un partido de fútbol: les dice si van ganando o perdiendo el partido. Es importante, porque es una medición de su impacto. A partir de un cierto nivel no es nada más que eso.
Es así porque el ganador de cualquier juego es aquel que sigue jugando al mismo nivel de intensidad, incluso cuando el beneficio marginal de hacerlo tiende a cero.
Alicia hace un trabajo fantástico contándonos por qué. Y lo hace con ese estilo que te deja siempre pidiendo un poco más.
Te dejo con ella. ¡Espero lo disfrutes!
No Dejes Entrar al Viejo
Por Alicia de Mendizábal
“Ask yourself how would you be, If you didn't know the day you were born.”
- Don't Let the Old Man In, Toby Keith
I. Mis salidas nocturnas son entre limitadas y nulas pero cuando se dan, me gusta que valgan la pena, aunque ya ni rocen la que antes era mi meta: llegar a la recena (el final de una gran noche y el principio de una buena resaca).
Cuando bailábamos, conocíamos, brindábamos, la adrenalina al conseguir entrar en la discoteca de moda de turno… y ahora me conformo con que me oiga el de al lado, canciones oldies but goldies, no hacer cola y que no me den matarratas. Y así, y porque las veces son contadas, las madrugadas pasan a ser recordadas y recordar, del latín re-cordis, es volver a pasar por el corazón, con el terrible riesgo que esto supone: el encanto de quedarse a vivir en la nostalgia.
Pero entonces resuena el lema de Irene Escolar: “la vida se entiende hacia atrás pero se vive hacia delante”.
II. La semana pasada volví a nuestro bar de confianza en San Sebastián, y tras ver la foto de Clint Eastwood que preside la barra, sumado a la confianza que uno siente cuando se pone el sol, me contaron la mejor de las anécdotas sobre el actor:
“Es increíble que siga haciendo películas.”
“¿No lo sabes? Cuando estaba rodando ‘La Mula’ le preguntaron cómo conseguía seguir activo y contestó: ‘Cuando me levanto todos los días, no dejo entrar al viejo.’”
III. Francis Ford Coppola (7 de abril de 1939, ¡85 palos!) acaba de estrenar Megalópolis en Cannes.
Hace unos días, en la típica rueda de prensa promocional le preguntaron por haber puesto de su propio bolsillo 120 millones de dólares para hacer la película.
“No me importa. Nunca me ha importado el dinero. Al final, hay tanta gente que cuando muere dice ‘tendría que haber hecho esto, tendría que haber hecho aquello’ pero cuando yo muera diré “tengo que hacer esto. Tengo que ver a mi hija ganar un Oscar. Y tengo que hacer vino. Y tengo que hacer todas las películas que siempre he querido hacer”.
Voy a estar tan ocupado pensando en todas las cosas que tengo que hacer que, cuando me muera, no me voy a enterar.”
Coppola optaba por un “ya descansaré cuando esté muerto”, como repetía un amigo en esa época en la que el tiempo no era un problema.
IV. Coppola y Eastwood, Eastwood y Coppola son dos fueras de serie, dos máquinas como diría Bisbal, dos genios de la industria del cine, tenaces, talentosos, apasionados. Por ello siguen al pie del cañón.
¿O es que simplemente han leído “The 100 year life. Living and working in an age of longevity” de Lynda Gratton y Andrew J. Scott?
Me acaban de regalar este libro que rompe con la idea tradicional de las tres etapas de la vida: educación, trabajo y jubilación y que nos ayuda a responder a esas tesituras de si ya es tarde para seguir o comenzar, de cómo balancear amigos, familia, finanzas, soluciones prácticas para afrontar esas crisis profesionales o personales que teniendo en cuenta lo que podemos llegar a vivir, no tienen que estar asociadas a una edad concreta.
¿Para qué apuntarme a ese curso a estas alturas? ¿Y gastarme ese dineral en ese MBA? ¿Para qué aprender a usar ese programa? ¿Es correcto hacer un parón ahora en mi carrera? ¿Para qué reforzar el francés? Por supuesto, podemos seguir viviendo sin hacerlo, a veces cuesta, supone un esfuerzo, pero quizá haya que tomárselo como el deporte: uno se sujeta mejor de la barra en el autobús si hace ejercicio con frecuencia.
V. Hace mucho, tras una charla, una compañera del colegio que pertenece a una familia de prestigiosos psiquiatras nos contaba que en casa tenían una sala de estudio y que los findes dedicaban varias horas a leer y a estudiar.
Hace solo un año, mi tío que acaba de jubilarse del hospital, me consultaba sobre cómo ver en el iPad unas operaciones de unos médicos extranjeros que usaban unas nuevas técnicas.
Ambos me sorprendieron. Ese afán por seguir erre que erre. Gente de mi entorno, no estrellas de Hollywood, pensando a lo Henry Ford: “sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan. No formarlos y que se queden”, o a lo Coco Chanel (“Age should never be an excuse”). O simplemente como Eastwood: cada mañana, y por mucho que ya no tengan por qué hacerlo, nunca dejan entrar al viejo.
VI. Ya sabemos que en cenizas acaba todo esto. Podemos pensar como los mafiosos de la sarcástica viñeta del New Yorker, buscando cómo torturar a un rehén: “Primero dejémosle solo ante las estrellas para que sienta cuán insignificante es”. Pero también podemos optar por una tira cómica que, a priori, no nos correspondería por edad:
“Un día nos vamos a morir, Snoppy.
Cierto Charly, pero los otros días no.”
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Magnífica reflexión semanal . La inquietud intelectual siempre deja fuera al “ viejo “ que podría intentar adueñarse de nuestro espacio vital…y nunca mejor dicho . El mundo está lleno de “artistas” que morirán algún día, habiendo sido jóvenes siempre ! Congrats and thanks for sharing !
Siempre reflexivo y siempre interesante