#64. Si Quieres Mejorar tus Productividad, Rediseña tu Espacio de Trabajo. Lograr Resultados Diferentes Exige Retar tu Realidad. No Planifiques tu Carrera (es Inútil)
#64. Si Quieres Mejorar tus Productividad, Rediseña tu Espacio de Trabajo. Lograr Resultados Diferentes Exige Retar tu Realidad. No Planifiques tu Carrera (es Inútil)
No Solo Suerte - 13 abril 2024
Hola! Soy Rafa Sarandeses.
Los atletas entrenan. Los artistas ensayan.
Por eso, todas las semanas ayudo a tu cerebro a hacer flexiones con un cocktail de 3 ingredientes: una reflexión, una idea útil, y una cita que te haga pensar.
Un cocktail para ayudarte a ser cada día mejor en lo tuyo.
Si Quieres Mejorar tus Resultados, Rediseña tu Espacio de Trabajo
Todos sabemos lo que “hay que hacer” para perder unos kilos: comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente; también es obvio que la lectura regular es el mejor modo de mejorar nuestro conocimiento en un campo específico.
Si fuese tan sencillo pasar de “saber lo que hay que hacer” a “obtener los resultados”, el 50% de los americanos habría leído más de un libro en 2023 (dato tan real como deprimente), y yo tendría el cuerpo de Thor.
En la mayoría de estos casos, saber qué hacer no es el problema. Actuar en base a esa información es la diferencia. Lograr nuestras metas no es un problema de información. Es un problema de acción.
Y aquí es donde se complica el asunto: ¿tenemos el control sobre nuestras acciones? Según el libro “The Power of Habit” de Charles Duhigg, el 40% de lo que hacemos es el resultado de hábitos automáticos. Cosas que hacemos con un input mínimo de nuestro cerebro.
¿Has notado cómo te comportas en presencia de ciertas personas y no con otras? ¿O la urgencia que sentimos por leer una notificación del móvil en medio de una reunión? ¿O cómo insistimos en comer a ciertas horas del día, incluso cuando no tenemos hambre?
Ojo con tu entorno de trabajo
“Vamos por la vida pensando que nuestro entorno conspira a nuestro favor, cuando lo que hace es buscar cómo agotarnos permanentemente. No le interesa lo que nos puede dar. Sólo le interesa lo que puede quitarnos”.
- Marshall Goldsmith
El entorno físico en el que trabajamos tiene un gran efecto en nuestra productividad. ¿Recuerdas cómo había días, en época de exámenes, que si no ibas a la biblioteca y te quedabas en casa no conseguías estudiar nada? Eso que entonces era tan obvio te sigue pasando hoy, aunque quizá seas menos consciente.
Continúa el gran Marshall Goldsmith:
“Nuestro entorno es como un personaje hostil en los dramas de nuestra vida. Piensa en tu entorno como si fuera una persona, tan inminente y real como un archirrival sentado al otro lado de la mesa.
Nuestro entorno no es simplemente el espacio amorfo más allá de nuestro cuerpo. No es algo “dado” como el aire que nos rodea, algo que inhalamos y exhalamos pero que ignoramos mientras realizamos nuestras rutinas.
Nuestro entorno es un mecanismo desencadenante cuyo impacto en nuestro comportamiento es demasiado significativo para ignorarlo. Considerarlo como un personaje de carne y hueso no es sólo una metáfora fantasiosa. Es una estrategia que finalmente nos permite ver a qué nos enfrentamos.”
Hoy vamos a estudiar cómo algunas personas de éxito han diseñado su ambiente para evitar las distracciones, forzarse a adoptar un proceso productivo, o precalentar su cerebro con una cierta disposición que garantiza resultados.
¿Quieres evitarlo? Póntelo difícil
Si no lo conoces, “el Bloomberg” es un terminal que ofrece toda la información que puedas imaginar sobre el mundo financiero en tiempo real, y que permite contactar con cualquiera que tenga otro terminal a través de un chat o email propio. Algo así como un teletexto de antaño pero a la “n” potencia.
Pues bien: el inversor Nick Sleep (Nomad Investment Partnership) solía colocar su terminal de Bloomberg de su despacho en una posición muy incómoda. Para poder usarlo tenía sentarse en una silla ridículamente baja.
Sleep quería así evitar al máximo posible el “ruido” de mercado, el tener que hablar con gente que no quería priorizar, y el estar permanentemente mirando la cotización intradía de sus inversiones. Por eso diseñó conscientemente su entorno para desincentivar el uso de un terminal cuyo alquiler, por cierto, cuesta unos 30.000 euros al año.
A Warren Buffet no le gusta que le visiten en su oficina para venderle ideas de inversión. Él decide en qué invierte, siguiendo un proceso propio. Por eso su sede está en Omaha, y no en Nueva York (donde sería mucho más fácil vivir en una distracción continua y un falso sentido de urgencia), y por eso tiene una oficina pequeña con un escritorio y sólo 2 sillas. Un recordatorio de que no está precisamente abierto a tener reuniones con mucha gente.
Usa pistas que te recuerden tus principios operativos
El escritorio de Buffett, tiene, además, una bandeja de entrada, otra de salida y una tercera llamada "Demasiado difícil" (“Too hard”). Esta bandeja es un recordatorio visual de que no quiere meterse en inversiones demasiado difíciles o fuera de su campo de competencia. Ahí es donde acaban los documentos de operaciones que no está dispuesto a hacer.
Buffett siempre dice que “solo batea las bolas que realmente le gustan.” Sin duda, tener un recordatorio constante le ayuda a no dejarse llevar por el FOMO habitual de Wall Street. Y que alguien como Buffett, el mejor inversor del mundo, crea que lo necesita es un gesto de humildad impresionante.
El estudio de Winston Churchill en Chartwell conserva un busto de Napoleón, una figura de porcelana del almirante Nelson y una fotografía del primer ministro sudafricano Jan Smuts. Lo más probable es que Churchill admirase a estos personajes históricos y usase esos recordatorios para preguntarse cómo se comportarían ellos en situaciones difíciles.
La exposición de objetos religiosos persigue normalmente un fin parecido: recordar a sus fieles los principios por los que rige su creencia. Hay mucha literatura acerca de las “neuronas espejo” y la importancia que tienen para modelar nuestro comportamiento.
Cuidado con la temperatura o el ruido
Nos recuerda Marshall Goldsmith cómo hace muchos años estaba dando una conferencia a una firma de consultoría internacional. Aunque su trabajo anterior con esta firma había ido bien, esta vez algo no funcionaba. La gente no estaba enganchada. Nadie reaccionaba al humor. Silencio total.
Marshall se dio cuenta de que hacía demasiado calor en la habitación. Con sólo bajar la temperatura un par de grados en la sala, la sesión volvió a su cauce y el engagement subió varios enteros. Desde entonces, Goldsmith pide una temperatura moderada en todas sus conferencias.
Crea espacios de trabajo diferentes para tipos de trabajo diferentes
El mítico inversor Guy Spier, en su libro “The Education of a Value Investor” (¡gracias
por la recomendación!) nos cuenta cómo ha diseñado un entorno segmentado que favorece la máxima productividad:“En un extremo del pasillo de mi oficina tengo una “sala activa” con un teléfono, un ordenador y cuatro monitores. Pero mantengo el ordenador y los monitores en un escritorio de altura ajustable, que normalmente uso estando de pie.
Es fácil tirarse todo un día respondiendo al email. Por eso me obligo a hacerlo de pie, para no dedicar más tiempo del necesario. Esto puede parecer perverso, pero forzarme a esta posición incómoda ayuda a que las probabilidades de no quedar “atrapado” en actividades de poco valor sean lo más bajas posible.
Al otro extremo del pasillo tengo una habitación a la que llamo “biblioteca”. Aquí no hay teléfono ni ordenadores. Es mi zona de pensar, y por eso la he diseñado para que sea cálida y acogedora. Puedo llevar montones de documentos financieros para estudiarlos allí, o seleccionar un libro de la estantería que cubre la pared. Si cierro la puerta, significa que nadie puede molestarme. Y si necesito resetear con una siesta, tiene un sofá perfecto para hacerlo.”
El psicólogo Roy Baumeister ha demostrado que la fuerza de voluntad es un recurso limitado, por lo que hay dosificarlo con inteligencia a lo largo del día.
Sus estudios descubrieron que el simple acto de resistirse a una galleta de chocolate dejaba esa persona con menos fuerza de voluntad para realizar tareas complicadas justo después.
No pelees contra un ambiente en el que tengas que resistirte permanentemente a esas “cookies” tentadoras. Diseña uno que te ayude a mejorar tu productividad a largo plazo. Tu yo de dentro de 10 años te lo agradecerá.
Lograr Resultados Diferentes Exige Retar tu Realidad
"Cuestiona cada requisito. Cada requisito debe venir con el nombre de la persona que lo pidió. Nunca aceptes un requisito que provenga de un departamento, como “el departamento legal” o “el departamento de seguridad”. Hay que saber el nombre de la persona específica que hizo ese requisito. Y deberás cuestionarlo, sin importar cuán inteligente sea esa persona. Los requisitos de las personas inteligentes son los más peligrosos, porque es menos probable que la gente los cuestione.
Hazlo siempre, incluso si el requerimiento vino de mí, porque las únicas reglas son las dictadas por las leyes de la física. Todo lo demás es una recomendación."
- Elon Musk
No Planifiques tu Carrera (es Inútil)
“Las carreras de éxito no se planifican. Se desarrollan cuando buenas oportunidades se presentan ante gente que conoce sus fortalezas, su manera de generar valor, y sus principios.”
- Peter Drucker
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