#59. El Ingrediente Clave para una Carrera Feliz. ¿Nuevo Trabajo? Estudia Bien el Nuevo Contexto. Cómo Saber si Necesitas un Cambio de Carrera
No Solo Suerte - 9 marzo 2024
Hola! Soy Rafa Sarandeses.
Hoy hablamos de la gasolina que alimenta una buena carrera profesional, de la importancia del contexto para triunfar en un trabajo, y terminamos con un consejito del gran Sam Altman.
Espero que hoy también te ayude a hacer flexiones con el coco.
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El Ingrediente Clave para una Carrera Feliz
El otro día le pregunté a una candidata a la que estaba entrevistando para una posición senior en banca de inversión que por qué le gustaba su trabajo. Me contestó que se siente orgullosa de ayudar a empresas a crecer o financiarse para crear empleo, innovación y riqueza a su alrededor con operaciones que, cuando salen bien, además aparecen en la portada de la prensa económica.
Cuando alguien te contesta eso, sabes que le irá bien. Su motivación intrínseca le dará la energía para aprender lo que no sabe y superar las dificultades que se encuentre.
Es un ejemplo de una carrera desarrollada sobre una base sólida: 1) sabiendo lo que puedes ofrecer (fortalezas, experiencia, conocimiento) y 2) dirigida a resolver problemas que te llenan.
Las peores carreras que veo son aquellas gestionadas desde el "comomolismo" ("mira 'cómo mola' fulanito, que trabaja en la empresa de moda XYZ"), desde el FOMO (“Fear of Missing Out”: mis amigos están yéndose a XYZ sector y soy el único que no me estoy moviendo), o que se construyen desde la mentira mejor contada del desarrollo profesional: eso de "seguir tu pasión" en vez de "seguir tu talento".
Es un bajón tremendo seguir tu pasión para encontrarte al cabo del tiempo en un rol que no te permite brillar porque no te deja desplegar tus fortalezas.
Muchos hemos tomado decisiones de un tipo y del otro. Yo desde luego. Y la diferencia en realización y en resultados entre unas y otras es abismal.
¿Qué es el sentido del propósito?
Dicen los gurús de los negocios que la estrategia puede resumirse en la toma de dos decisiones: 1) donde jugar: en qué sector, en qué regiones, para qué cliente, etc., y 2) cómo ganar: qué vas a hacer para monetizar tu visión en esos campos.
El sentido del propósito responde a la primera pregunta de nuestra estrategia profesional: dónde jugar. Es preguntarse sobre el tipo de problemas que quieres resolver con tu trabajo.
Podríamos decir que pensar en tu propósito es elegir tu pomada, tu hashtag. Podría ser una frase, lo que llaman un “mission statement”. Por ejemplo, si trabajas en finanzas y tu objetivo es una transición profesional hacia el mundo de las Fintech, tu sentido de propósito rezar algo como “soy parte del movimiento que está transformando la manera en que se prestan servicios financieros”.
Y aún teniendo esto claro, es fácil confundirse. Es fácil tenerlo clarísimo, y luego, en cambio, aceptar un trabajo que no nos encaja simplemente porque parece una buena oferta.
Por eso, antes de tomar decisiones es importante saber hacerse las preguntas adecuadas. ¿En qué conversaciones te gustaría estar y en cuáles no? ¿Qué tipo de impacto quieres tener con tus clientes, por qué quieres ser conocido?
Si fueras a salir en la portada de la revista Time como la persona experta por excelencia en algo dentro de 10 años, ¿sobre qué te gustaría que fuera? ¿de qué estarías hablando? ¿de qué campo querrías ser la referencia?
La respuesta a estas preguntas es tu sentido del propósito.
La diferencia entre propósito y pasión
Encontrar tu propósito es atacar la ecuación de “qué hago ahora con mi vida”, resolviendo por el factor “interés” o “intriga”, y aplicar después tus fortalezas para explorar ese interés.
La diferencia entre propósito y pasión está en el orden de los factores: tu interés, a lo largo del tiempo, puede desembocar en pasión por un campo o una profesión. Puedes enamorarte de un tipo de problemas a largo plazo.
Pero lo normal es que tu interés vaya evolucionando a lo largo del tiempo, porque no somos la misma persona hoy que dentro de 5 años. ¿Por qué forzarnos a una rigidez futura, cuando el ser humano es cambio por naturaleza? Solemos tomar decisiones hoy para un yo futuro pensando que seremos la misma persona. Desgraciadamente, no suele ser el caso.
Tu propósito puede cambiar a lo largo de tu vida, porque la vida es, por definición, movimiento constante. Nos lo recuerda Todd Herman:
“No lo olvides: las cosas que deseas en este momento provienen de tu identidad actual y de cómo te ves ti mismo hoy. Pero cuanto más te esfuerzas en situaciones desafiantes, aprendes cosas difíciles o tienes conversaciones difíciles con la gente, tu nivel de habilidad cambia, lo que cambiará la forma en que te ves a ti mismo. Cambiará lo que crees que es posible para ti. Y desde esa plataforma se abrirán forzosamente nuevas ideas sobre qué es lo que quieres a futuro.”
Por eso necesitamos a cada tramo refrescar ese gap entre nuestro yo presente y nuestro yo futuro. En palabras de la autora del blog anónimo Autotranslucence:
“Me di cuenta fue que si bien esa visión había sido convincente hasta ese momento (mis 25 años), mis fantasías habían cambiado y se habían expandido en el tiempo transcurrido desde entonces.
Hoy me aburre leer la descripción de lo que era mi gran ambición de entonces. Lo que quería entonces (sentirme libre, amada, cuidada y capaz de expresarme artísticamente) es la base de mi vida adulta actual. De hecho, me sorprendería si pasaran más de 3 meses sin lograr satisfacer alguna de esas necesidades.
Así que el desafío ahora es escribir una nueva aspiración para mí que actualmente parezca imposible en el futuro, y luego orientarme hacia eso hasta que se convierta en realidad.”
¿Y yo… dónde quiero estar en 15 años?
Cuando entré en Goldman Sachs, en 2005, pensé que los mercados eran mi pasión y que tenía que llegar a socio (y retirarme a los 40, casi nada). En 2013 me fui a Africa a cofundar ThirdWay Partners, y pensé que mi pasión era la inversión de impacto en mercados frontera.
Todo un clásico: haz planes y harás a Dios reir.
Mirando hacia atrás me doy cuenta de que nunca ha sido cuestión de pasiones, sino de encajar fortalezas con el propósito que me han ido “atrapando” a cada paso. Lo que he ido haciendo es poner mi talento, esas pocas cosas que se me dan muy bien, al servicio de los problemas que me han intrigado en cada fase.
Hoy en día pongo en valor todas esas experiencias en Talengo para resolver con mi trabajo otro tipo de problemas que me intrigan en este momento de mi vida.
Y aunque estoy en el momento más divertido de mi carrera, y siento que me queda todavía mucho (¡mucho!) carrete por soltar, la realidad es que no tengo ni idea de dónde estaré a las puertas del 2040. Viendo como han sido los últimos 25 años de mi vida, sería inútil ponerme ahora a hacer pronósticos.
Lo que sí tengo claro es que seguiré con la misma estrategia. Porque ante la duda, prefiero explorar un camino que me dé crecimiento a uno que me asegure certidumbre. Llámame loco.
Lo que has leído arriba es una extracto adaptado del libro La Carrera Infinita, escrito con mi buen amigo Jordi Alemany.
Si no lo tienes todavía, puedes comprarlo en Amazon y en más de 300 librerías por toda España.
¿Nuevo Trabajo? Estudia Bien el Nuevo Contexto
Soy el primer defensor de la teoría de la densidad de talento de Reed Hastings, fundador de Netflix. Reed dice que hay que priorizar un equipo lleno de “talento 10”, eso que llaman A-players.
Pero para que triunfen hay que crear el contexto adecuado.
Muchos A-players se unen a un nuevo proyecto pensando que será un triunfo asegurado. No siempre ocurre, porque el contexto dicta cómo de fácil les va a resultar desplegar sus fortalezas.
Un ejemplo impactante fue el fichaje estrella y despido fulgurante de Ron Johnson como CEO de JC Penney. Un tipo que venía de ser el gurú del “milagro retail” de Apple y que no duró ni 17 meses en su nueva compañía.
¿La conclusión? Puedes ser buenísimo en tu trabajo. Pero ante un cambio profesional, hay que estudiar en detalle el contexto. Porque el contexto importa. Y mucho.
“El problema es que los líderes y directivos no reconocen que el contexto es realmente lo que a uno se le da bien.
El pensamiento convencional dicta que las habilidades son transferibles y que algunas personas (“estrellas”) son simplemente intrínsecamente mejores que otras. Esto significa que los trabajadores estrella son promocionados o son cortejados por otras empresas sin considerar cómo el nuevo contexto impacta en su “fórmula ganadora”.
El contexto que permite a un contribuidor individual ser un profesional destacado es muy diferente al contexto con el que va a lidiar como manager. Incluso la misma posición en diferentes empresas puede tener contextos drásticamente diferentes, incluso dentro de la misma industria.
Esta es, en gran parte, la razón por la que un estudio de Booz Allen, que analizó datos de 2003, encontró que, en un mismo plazo temporal, el 55% de los CEO del estudio que habían sido fichados del exterior tuvieron que dimitir, en comparación con sólo el 34% de los CEO que venían de promociones internas.”
- Jeff Hunter
Cómo Saber si Necesitas un Cambio de Carrera
Sam Altman nos deja un criterio útil para saber si estás evolucionando bien en tu carrera: si a cada paso no generas más y más palanca por unidad de trabajo, hay que plantearse un cambio.
“No quieres dedicarte a una carrera en la que las personas que lo han hecho durante 2 años pueden ser tan efectivas como las que lo han hecho durante 20. Tu ritmo de aprendizaje siempre debe ser alto, y a medida que avance tu carrera, cada unidad de trabajo que realices debería generar más y más resultados. Hay muchas formas de obtener este apalancamiento, como capital, tecnología, marca, efectos de red y gestión de personas.”
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Mi más sincera enhorabuena por esta excelente síntesis!!
Gracias Rafa ! El sentido del propósito. Buenas reflexiones de cara al fin de semana . Ojalá todos los seres humanos pudiéramos reflexionar con la serenidad que amerita al respecto de nuestra verdadera Misión ! Tendríamos otro MUNDO sin duda .