#49. La Clave para Aportar un Valor Único. ¿Cómo Usas tu Tiempo y tu Dinero? Es tu Carácter, no tu Competencia
No Solo Suerte - 30 diciembre 2023
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1. La Clave Para Aportar un Valor Único
Scott Adams es el autor y creador de Dilbert, una de las tiras cómicas más famosas del mundo. Cuando le preguntaron por el secreto de su éxito, Adams dijo lo siguiente:
"Mi éxito como dibujante se basa en un talento artístico insignificante, unas habilidades básicas de escritura, un sentido del humor común y un poco de experiencia en el mundo empresarial. El cómic "Dilbert" es una combinación de las 4 habilidades.
El mundo tiene mejores artistas, escritores más inteligentes, humoristas más divertidos y gente de negocios con más experiencia. Lo raro es que cada una de esas modestas habilidades se reúna en una sola persona. Así es como se crea el valor."
Adams está hablando de sus “intersecciones”, ese espacio en el que confluyen las experiencias, conocimientos y habilidades de cada uno, trabajadas a lo largo de los años, y que aplicadas a un “caso de uso” concreto le permiten destacar sobre los demás.
Su caso no es el único. De hecho, su ejemplo es la receta para aportar un valor diferencial en nuestra carrera a largo plazo. Porque cuanto más "generalista" es tu perfil (acumulando un mayor número de retos y experiencias a lo largo de tu vida), más fácil es ser un mejor "especialista" en tu siguiente trabajo (aportando más valor que el que sólo conoce ese dominio específico).
La especialización temprana puede parecer un camino más seguro en el corto plazo, pero es muchas veces un freno al crecimiento exponencial de nuestras carreras en el largo plazo.
Fíjate lo que dice David Epstein, en su libro “Range”, acerca de los deportistas de élite:
“Los deportistas de élite de la mayoría de disciplinas suelen dedicar, al principio de sus carreras, menos tiempo a la práctica deliberada de la actividad en la que eventualmente se convertirán en expertos. En cambio, pasan por lo que los investigadores llaman un "período de muestreo".
Practican una variedad de deportes, generalmente en un ambiente no estructurado o ligeramente estructurado; adquieren una variedad de competencias físicas que pueden aprovechar; aprenden sobre sus propias habilidades e inclinaciones; y sólo más tarde se centran y aumentan la práctica técnica en un área.
Esto aplica también al mundo del emprendedurismo. Hace tiempo Mark Zuckerberg dijo que "los jóvenes son simplemente más inteligentes". No sé si serán o no más inteligentes, pero desde luego no correlaciona bien con el éxito a la hora de la verdad: un fundador de tecnología de 50 años tiene casi el doble de probabilidades de tener éxito con su startup que uno de 30, y el de 30 años tiene más posibilidades que uno de 20.
Según investigadores de Northwestern, MIT y la Oficina del Censo de Estados Unidos, la edad promedio del fundador de una compañía de rápido crecimiento era de 45 años cuando se lanzó la empresa.
A partir de una cierta edad, en media, la gente que realmente consigue cosas grandes en su carrera suele ser aquella que a cada paso pone en valor diferentes partes de su experiencia profesional. Son aquellos que logran conectar los puntos de sus diferentes vidas pasadas y orientarlos a resolver un problema para el que esas conexiones forman una “caja de herramientas” potentísima. Aquellos que hacen del “pensamiento analógico” su manera de aportar soluciones a nuevos problemas.
Veamos cómo aplica esto a un caso real.
El caso de Pedro: Buscando sus intersecciones en un cambio de carrera
Hace unos meses tuve una conversación con un profesional al que llamaremos Pedro. Pedro tenía entonces 43 años, y se había dedicado durante los últimos 15 al sector inmobiliario.
Pedro estaba muy cansado del sector. Sentía que no estaba donde quería estar, que no resolvía los problemas que le interesaba resolver. Necesitaba un cambio radical.
Por otro lado, un par de años atrás Pedro había identificado un campo que le motivaba: el marketing digital. Y desde entonces había estado combinando las dos cosas: su trabajo en el sector inmobiliario, esperando el momento de salir, y una dedicación de un 10-20% de su semana, por libre, al marketing digital.
Pero esta nueva dinámica era agotadora y no conseguía completar su transición. Pedro se desanimó, porque pensaba, además, que a sus 43 años no tenía un buen perfil competitivo frente a todos los candidatos veinte años más jóvenes que él con los que tenía que competir en procesos de selección en marketing digital.
En nuestra conversación trabajamos la siguiente pregunta: ¿Cuál es la intersección? En otras palabras: entre tu carrera actual en el sector inmobiliario, la que quieres desarrollar en el marketing digital, ¿qué puede haber en común que te dé un valor singular?, ¿cómo puedes conectar los puntos de lo que ya que tienes?
Una transición es como pensar en qué cocinar: la idea es aprovechar todos los ingredientes. No tires a la basura todo lo que eres y lo que traes contigo: combínalo para impulsar el cambio que quieres.
En el caso de Pedro, la solución estaba ahí, a la vista de todos: en su intersección de ese capital de carrera. Se fue ilusionado con varias ideas que conectaban su interés por el marketing digital y sus 15 años en inmobiliario, como por ejemplo:
Ofrecer a empresas de marketing digital su experiencia en el sector inmobiliario, por un lado
Por otro, acudir directamente a empresas del sector inmobiliario y ofrecerles nuevas soluciones en marketing digital.
Es decir, ofrecer algo muy especializado al mercado desde la conexión de dominios muy dispares. Por eso, si quieres ser un especialista, busca esas intersecciones desde las que puedes aportar el mayor valor posible. Ese espacio en el que estés muy solo.
No quieras gustarle a todo el mundo. Gústale mucho a unos pocos, y habrás encontrado tu magia.
2. ¿Cómo Usas tu Tiempo y tu Dinero?
“Sé que algunos adivinos quieren mirar la palma de una persona para leer su futuro, pero yo prefiero echar un vistazo a cómo gastan su tiempo y su dinero. Esos revelan de qué se trata realmente una persona. Y eso es cierto para mí, para ti y para todos los demás. Es muy fácil decir lo correcto, pero el tiempo y el dinero son mucho más valiosos que las palabras. Observa atentamente cómo las personas asignan esos dos recursos y los comprenderás a un nivel muy profundo.”
- Shane Parrish
3. Es tu Carácter, no tu Competencia
“Tu competencia es lo bueno que eres cuando hay algo que ganar. Tu carácter es lo bueno que eres cuando no hay nada que ganar. La gente te recompensará por tu competencia. Pero la gente sólo te amará por tu carácter.”
- Mark Manson
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