#29. El Siglo 21 Será de los Generalistas. Las 3 Preguntas Clave. Lo que Piensen los Demás no Importa
#29. El Siglo 21 Será de los Generalistas. Las 3 Preguntas Clave. Lo que Piensen los Demás no Importa
No Solo Suerte - 12 agosto 2023
Hola! Soy Rafa Sarandeses.
Los atletas entrenan. Los artistas ensayan. Por eso, todas las semanas ayudo a tu cerebro a hacer flexiones con un cocktail de 3 ingredientes: una reflexión, una idea útil, y una cita que te haga pensar.
Un cocktail para ayudarte a ser cada día mejor en lo tuyo.
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1. Reflexión: El Siglo 21 Será de los Generalistas
El autor David Epstein habla en su libro “Amplitud: por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado” (en inglés, aquí) del fin de la era de la especialización y el triunfo de los neogeneralistas.
Según su investigación, está demostrado que las mejores carreras profesionales son el resultado de comienzos poco estructurados o dirigidos (más peso en un “muestreo” profesional desde los 20 a los 30-35 años de edad), seguidos de un mayor foco y estructura en los años fuertes del desarrollo profesional (entre los 35 y los 50).
Como muestra un botón: si te conviertes en emprendedor a los 40, tu empresa tiene el doble de probabilidades de prosperar que si lo haces a los 30. Esa ratio aumenta considerablemente si bajamos todavía más la edad a la que te lanzas a emprender. No te creas todo lo que dicen en la tele: la especialización tardía suele funcionar bien.
¿Qué hay detrás de esta realidad?
En un mundo en el que los "silos" están cayendo como moscas, en el que las empresas cada vez son más ágiles, líquidas y transversales, y en el que la tecnología llevará la "inmediatez" a lo exponencial, hay una habilidad que supera en valor a cualquier otra: Aprender a aprender deprisa.
Algo que los generalistas hacen espectacularmente bien.
El aprendizaje es una habilidad que, ejercitada regularmente, reta a nuestro cerebro, paradójicamente, a especializarse como "aprendiz". Aprendes a aprender retándote continuamente a asimilar conceptos nuevos en "mundos" diferentes entre sí.
Es una ventaja competitiva increíblemente valiosa porque te permite resolver problemas aplicando principios operativos y soluciones ya existentes en otros dominios "Y, Z y W" a los que has estado expuesto antes.
¿Cómo podemos aplicarlo, por ejemplo, a la hora de buscar un nuevo trabajo? Se me ocurre leer a gente como Seth Godin, gurú del marketing, o a Eric Ries, autor de "Lean Startup".
Uno te dará herramientas para posicionar tu valor y tu historia personal. El otro, te ayudará con un proceso demostrado en el mundo de las start-ups para diseñar y pivotar tu nueva identidad profesional en mercado (como si fuese un nuevo producto).
Está casi todo inventado. Pero no siempre buscamos en la caja correcta.
Esto, que suena a innovación, es realmente aplicar el pensamiento analógico (solución por analogías) y ver cómo intersectan campos aparentemente desconectados.
Algo que gente como Elon Musk, Steve Jobs, Richard Feynman, Ben Franklin, Thomas Edison, Leonardo Da Vinci o a Marie Curie han demostrado a lo largo de los tiempos.
Todos ellos generalistas de libro.
Te dejo con una evidencia: un estudio de los autores Custodio, Ferreira & Matos de 2013, en el que se analizaron 25.000 paquetes retributivos de CEOs entre 1993 y 2007, concluyó que los CEOs generalistas ganaban en media casi un 20% más que los CEOs especialistas.
¿Cuál es la probabilidad de que esta diferencia aumente significativamente en los próximos años, en vista de la aceleración que estamos viviendo?
2. Idea útil: Las 3 Preguntas Clave
Da igual si eres un recién graduado, un MBA, un profesional con 15 años de experiencia o un candidato a un consejo del IBEX.
Si estás buscando que alguien te contrate, la persona al otro lado de la mesa (o del café) va a necesitar una buena respuesta a tres preguntas fundamentales:
¿Puedes hacer el trabajo? (Habilidades duras y blandas)
¿Vas a hacer el trabajo? (Motivación, empuje)
¿Vas a encajar? (Valores, fit cultural)
Todas las preguntas imaginables de una entrevista se pueden encajar en esos tres grandes temas. Así que prepara evidencias que te ayuden a encajar al máximo en el molde que la otra persona tiene en la cabeza respecto de esas tres variables.
Y si hay algo en tu perfil que puede no encajar del todo, dedica más esfuerzo a ese aspecto. Siempre digo que la pregunta que no queremos que nos hagan es, precisamente, la que mejor hay que preparar.
Si una entrevista es un acto de marketing, quizá leer libros de marketing sea interesante para mejorar nuestra empleabilidad. Uno buenísimo es el clásico de Al Ries y Jack Trout, “Las 22 Reglas Inmutables del Marketing”. En él nos recuerdan que “el marketing es una batalla de percepciones, no de productos”.
Es cierto: triunfar en una entrevista no consiste en venderse al de enfrente. Es entender qué tiene esa persona en la cabeza para intentar ajustarnos a ese modelo al máximo.
3. Cita para pensar: Lo que Piensen los Demás no Importa
“Cuando me levanto por la mañana, me miro en el espejo. En ese momento, todas las personas que tenían algo importante que decir sobre mí ya lo han hecho.”
- Warren Buffett
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