#137. La Diferencia Crucial Entre Competir y Ganar. ¡Es la Lucha, Estúpido! No Seas Viejo de Mente
"Warren Buffett nunca perdió el foco. Cuando algo nuevo entraba en su vida, algo más salía. Las dos únicas excepciones fueron el dinero y los amigos." - Alice Schroeder
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Soy Rafa Sarandeses y esto es No Solo Suerte: un cocktail de 3 ingredientes para ayudarte a hacer flexiones con el coco y ser cada día mejor en lo tuyo.
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1. La Diferencia Crucial Entre Competir y Ganar
“En lo más profundo de ti, hay una fuerza innegable que impulsa tus acciones: la parte de ti que se niega a ser ordinaria, esa pieza que permanece cruda e indomable.
He conocido a muchas personas muy exitosas, personas con una motivación infinita. Y sin excepción, todas y cada una de ellas tiene un lado oscuro.”
- Tim Grover
Este verano, un buen amigo con el que hablaba sobre mis últimos años de profesión me preguntó “¿De dónde has sacado la energía para hacer todo lo que has hecho en los últimos 6 años?”
Me quedé pensando.
¿Qué fuego había alimentado todo?
La respuesta me vino en forma de imagen: era la lucha. La escalada. La oportunidad de ganarnos a cada cliente, un día detrás de otro, con una manera diferente, más especializada y más sofisticada de ayudar con sus retos de talento.
Pero no quedó ahí el tema.
La reflexión me llevó a levantar la cabeza, echar la vista 20 años atrás y preguntarme qué es lo que me enciende profesionalmente de verdad, independientemente del sector.
Porque seamos sinceros: cuando uno lleva 6 carreras profesionales diferentes, es importante (para la propia salud mental, y la de tu familia) entender cuál es el cordón umbilical qué da coherencia a todas esas transiciones.
La respuesta es sencilla: lo que me pone las pilas de verdad es situarme en medio de una industria y encontrarme un paradigma estático que, con (mucho) trabajo y buenas ideas, podría cambiarse por completo.
Lo que me impulsa, independientemente del sector, es:
Ver una posibilidad clara de disrupción
Contribuir activamente a la construcción de la alternativa a ese paradigma estático, y
Sentir esa necesidad irresistible de contárselo al mayor número de clientes posible para así ayudarlos con esa nueva forma de operar
¿Misionario o mercenario?
Hace tiempo, Apple y Microsoft invitaron a Simon Sinek — con pocos meses de diferencia — a dar una charla en sus respectivas conferencias para el sector educativo.
Al comparar ambas experiencias Sinek notó algo interesante:
"En el evento de Microsoft, la mayoría de los presentadores dedicaron una buena parte de sus presentaciones a hablar sobre cómo iban a vencer a Apple.
En el evento de Apple, el 100% de los presentadores dedicó todo su tiempo a hablar sobre cómo Apple estaba tratando de ayudar a los profesores a enseñar y a los estudiantes a aprender."
Microsoft jugaba un juego finito: vencer al rival (un juego de suma cero), mientras que Apple jugaba un juego infinito: avanzar una misión.
Son dos tipos de empresas: unos viven con los ojos puestos en su competencia (mentalidad de escasez), mientras otros viven con los ojos puestos en sus clientes (mentalidad de abundancia), sin importarles un bledo lo que haga su competencia. .
Es la edición 133 aplicamos esta teoría de juegos infinitos y finitos a nuestra carrera. Ahí vimos que es igual en el plano laboral: hay una diferencia (muy notable) entre lo que consigue una persona obsesionada con el de al lado, y lo que logra el que sólo piensa en hacer mejor su trabajo.
Elige tu deporte, y juega en una posición en la que puedas brillar
A lo largo de los últimos 20 años he tenido la suerte de dedicarme a las dos grandes palancas que mueven el mundo: el capital y el talento. Y en ambos campos, he podido desarrollarme en dos parcelas en las que disfruto enormemente: la estrategia y el desarrollo de negocio.
Si pensamos en una analogía deportiva, podríamos decir que el capital y el talento han sido mis deportes favoritos. Y dentro de ellos, la estrategia y la venta han marcado las posiciones con las que mejor me ha ido en la cancha. Son las posiciones desde las que he ayudado mejor a mi equipo y a mi cliente.
Todo ello alimentado por una fuente de energía que, por suerte o por desgracia, arrastro desde mi época como deportista profesional: me gusta ganar.
Pero no ganar en el sentido de “yo gano, así que tu pierdes”, que es un mindset de gente pequeña jugando a juegos de suma cero, sino en el sentido de que para que te vaya bien en la vida tienes que querer ganarte a tu cliente, a tus compañeros o a tus jefes con tu desempeño, día tras día.
Como diría Larry Ellison (Oracle), “Winning, that's my idea of fun.”
Ganar es ganarte a ti mismo para poder ser más útil a tu alrededor. That is the job. Para mí, ganar es la gasolina que mantiene el motor de la motivación girando a las revoluciones correctas para que el coche avance a la velocidad que uno quiere.
Cuando uno plantea la carrera desde este ángulo, un ángulo anclado en tu misión, en la persona que quieres ser y el valor que quieres aportar — y no en el resultado tangible o en los juegos de suma cero — es cuando explota la magia.
Si te sirve mi consejo, plantea tu carrera desde esa intencionalidad: juega a juegos que te gusten, ponte en posiciones del campo en las que puedas intersectar tus skills, tu disfrute y la generación de valor para tu cliente, y piensa en capitalizar esa combinación a largo plazo.
Ahora tú
Se abre nuevo curso escolar en septiembre. Siempre es un buen momento para parar y pensar, así que te ofrezco estas 3 preguntas para que saques el mejor rendimiento posible al partido que ahora comienza:
¿Estoy jugando mi carrera como un juego infinito?
¿Estoy resolviendo la ecuación de mi carrera por algo más que una promoción, un sueldo o un título?
¿Qué es lo que me gusta de verdad de lo que hago?
¿Soy un misionario, con una visión del tipo de persona que quiero ser, o lo que me me impulsa a seguir adelante es conseguir algo material o ligado a mi ego?
¿Lo que hago alimenta sanamente mi ambición, mis ganas de “ganar”, tal y como lo hemos definido?
¿Me obsesiona esto lo suficiente como para saber que el dinero o la promoción será una consecuencia (inevitable) de aplicarme a tope en este rol, sin necesitar que alguien tenga que darle un masaje a mi ego de vez en cuando, o que el dinero sea un requisito previo?
¿Me ofrece lo que hago la gasolina que necesito para empujar el carro con más fuerza que nadie a mi alrededor?
¿Me permite mi trabajo jugar en una posición del campo en la que sé que voy a brillar?
¿Soy capaz de aportar mucho valor cuando pongo a jugar esas cosas que se me dan mejor y más disfruto haciendo?
En mi experiencia, este enfoque te dará mucha más libertad para moverte a tus anchas por empresas y sectores diferentes, porque tu identidad no estará ligada ni a un título, ni a una empresa ni a un sector: tu identidad vendrá marcada por el tipo de problemas que quieres resolver a cada paso, aplicando tus superpoderes.
Y si lo haces bien, eres genuino en tu intención y pones las luces largas, verás al universo conspirar en tu favor. A veces incluso dejándote muy sorprendido por cómo se ha generado ese resultado que buscabas. La clave es confiar en que ese sueldo, ese bonus, o esa promoción te llegarán como consecuencia inevitable de cocinar bien los ingredientes clave. No al revés.
Así que enfócate en los inputs, que además es lo único que puedes controlar. Porque en palabras del gran coach Bill Walsh:
“La cultura precede a los resultados positivos. Los campeones se comportan como campeones antes de ser campeones; tienen un estándar y un desempeño ganadores antes de convertirse en ganadores.”
2.¡Es la Lucha, Estúpido!
¿Que si me gusta ganar? No, no es ganar. Es la lucha. Me encanta la lucha. Si luchas duro, las victorias llegan.”
- Rafa Nadal
A Larry Ellison (fundador de Oracle) le gusta el tenis.
Y cuando puede, le gusta jugar al tenis con su buen amigo Rafa Nadal.
Un día jugando juntos, el campeón español le preguntó a Larry cómo había logrado tener una vida tan exitosa.
Ellison empezó a hacer una larga reflexión filosófica sobre cómo la innovación en tecnología suele basarse en encontrar errores en los paradigmas convencionales, y que cuando descubres esa anomalía, has de tener el valor de convertirla en oportunidad con un enfoque rompedor, incluso cuando todos los demás dicen que estás equivocado.
De repente, Ellison detuvo su speech de golpe y le dijo a Rafa: “Olvida todo lo que acabo de decir. La respuesta es mucho más simple: nunca me rindo”.
3. No Seas Viejo de Mente
Un día Mark Zuckerberg (Meta) soltó que “La gente joven es simplemente más inteligente”.
Y se quedó tan ancho.
De primeras es una frase que no parece tener mucho sentido. ¿Pero qué pasa si sustituimos “gente joven” - en sentido absoluto - por un significado relativo como “gente con juventud mental”?
¿Qué pasa si la adaptabilidad depende de ser “joven de mente”?
“Alguien con un coeficiente intelectual de 110, pero con la capacidad de reconocer cuándo cambia el mundo, siempre superará a la persona con un coeficiente intelectual de 140 y creencias rígidas.
El mundo está lleno de gente inteligente que no llega a ninguna parte porque su inteligencia fue adquirida hace 20 o 30 años, en un mundo muy diferente al que vivimos hoy.”
- Morgan Housel
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Persistencia, perseverancia y resistencia! Never give up! Me encanta el post! Gracias Rafa
Me encanta el ejemplo de Microsoft y Apple. Se ve claramente cual es el ADN de microsoft desde aus inicios. Crecer y monoplizar el mercado renunciando a toda ética y buscando generar un monopolio autoritario.
De lectura dejo la autobiografia no autorizada de Riccardo Stagliano. Brutal para entender esto.